viernes, 28 de septiembre de 2007

Gracias, Jane



Si puedo decir que J es el único que me puede entender al 100% cuando hablo (aunque también es verdad que nuestra cotidianeidad está plagada de problemas de comunicación), lógicamente podríamos decir que J me conoce al 100%.

Me quedo pensando. Duermo con alguien a quien solo conocí hace seis años. Prometí pasar el resto de mi vida con un extraño? Es más, qué sabe J de mí?

Pienso en una quotation de Paradise Regained de John Milton que alguna vez leí en la universidad :

Childhood shows the man, as morning shows the day

Qué sabe J de la niña que fui? Cómo pudo haberse casado conmigo si no conoce datos claves como que era una enana malvada y que a mi hermano Andrés le hice la vida imposible, torturándolo psicológicamente día tras día hasta hacerlo llorar ? O que a los seis años de edad, y siendo quien les habla la mismísima nieta de la dueña del colegio al que iba, me acerqué a Veronica Sasson y le dije que la iba a echar de la escuela ?

Tampoco vio a la pequeña monster que babeaba mientras dormía y tomaba LOGICAL para controlar las convulsiones causadas por la epilepsia infanto-puberal.

Ni conoció a la piolita mentirosa que para poder faltar a una prueba de Ciencias Naturales, se puso el despertador a las 4 de la mañana, fue a la cocina y mezcló huevo con Nestum, se lo untó por la boca y las manos, dejando caer un poco en la sábana, y despertó a su madre entre sollozos, diciéndole que había vomitado.

A no desesperar. Hay citas para todos los gustos. Para esta ocasión me quedo con una que rescaté de Pride and Prejudice.

Happiness in marriage is entirely a matter of chance. If the dispositions of the parties are ever so well known to each other or ever so similar beforehand, it does not advance their felicity in the least. They always continue to grow sufficiently unlike afterwards to have their share of vexation; and it is better to know as little as possible of the defects of the person with whom you are to pass your life.”


jueves, 27 de septiembre de 2007

Parseltongue


A veces siento que el mundo no me comprende. Hablo una lengua inventada que no conoce reglas. Es un idioma improvisado. De esta manera, digo lo que hay que decir, como me sale. Si tuviera la capacidad de no pensar en los receptores del mensaje, hablaría así todo el día. Una mezcla de español-español, castellano porteño, francés de latina, e inglés de teacher. Te lo pongo todo en una misma oración.

Lo triste es que ni tu madre te entienda. O que se te escape cuando hablás por teléfono con tu amiga de toda la vida y tengas que reparafrasear inmediatamente, corrigiendo tus palabras deliradas. O que tu hermano te la pesque al toque y te diga « Ay, sorry ! Qué forra que sos ! » porque se te fue una muletilla en francés.

Con el único que puedo expresarme libremente es con mi marido:
« T’as appelé tu vieja por la cena de tonight ? » . Y él me contesta, sin cuestionarme.

Lo mismo con los mensajes del móvil. El último que le mandé era así: « Guess what? M dieron la semana libre, payé ! Already out of office ! »

A veces usamos palabras francesas españoladas, como “exprimir” para significar “expresar”. También tenemos términos propios, inventados entre los dos, como « mudaca » que es la fusión de « mucama + sudaca ». Pero supongo que esas cosas hay en todas las parejas…no ?
A los gritos: "Quiero vivir en Argentina y comprarme una mudaca!". Típica frase mía cuando estoy al borde del colapso nervioso.

Por otra parte, mi francés no es muy evidente en algunas ocasiones, y cuando estamos con otra gente él hace de intérprete si mi discurso no es tan claro para los oyentes.

Pero no me da culpa. Con su español pasa algo similar. Hay veces que J dice cosas que yo sola podría descifrar.

Como hace años cuando fuimos a Baires y le contó a toda mi familia que cuando vivía en África iba a la escuela « en anteojos ». Era « en ojotas ».

O el otro día en el garage : « Tengo enojo de hígado! ». Quizás, había que estar para entender el contexto, pero para mí fue muy evidente que J tenía « antojo » de comer hígado.

A veces pienso que la forma en que hablo es patética, que da cuenta de mi poca capacidad para hablar correctamente un solo idioma a la vez. Me siento un poco freak. Y para nada inteligente.

Pero me consuelo pensando en el aspecto romántico de esta peculiaridad : que si en este planeta hay alguien capaz de entenderme al 100% cuando hablo, ese es mi marido.
Real love.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Los ñoquis del 25

Ingredientes :

1 madre sudaca
2 tazas de jefes buena onda
3 cucharadas de buena suerte

Preparación :

Se meten los ingredientes en una agencia parisina donde no hay mucho trabajo, se mezcla todo mientras lees tres capítulos de Harry Potter detrás del ordenador, y una vez obtenida la masa, se hacen cilindros de un dedo de espesor, y se cortan en trozos de unos dos centímetros de largo.


Et voilà !

Soy el primer ñoqui europeo. It’s official.

Oui, oui, así como lo leen. Ayer, después de una mañana insoportablemente aburrida, a la vuelta de su almuerzo mi jefa se me acerca y me dice: “ Te podés ir. Hablé con el dueño de la agencia, le conté que tu mamá vino a visitarte desde Argentina y decidimos que te tomes la semana para estar con ella. Acá no hay mucho para hacer. Y no te preocupes que te pagamos igual”.

Acto seguido me mandó un mail de confirmación para que quede todo “por escrito”. Sin dudarlo mucho, imprimí el mail (para dárselo a mamita, obvio, que todavía no lo puede creer), apagué la compu y me escapé. No sin antes dirigirle una mirada gozadora a mi tan poco amado compañero Stef y despedirme con un pícaro « à lundi ».

Y sí. Parece que los milagros existen.

Ahora los dejo : tengo el día libre y mamita me espera para pasear y desvalijar las tiendas parisinas. Lo primero que voy a comprar es una cintita roja para la envidia.

Au revoir.

martes, 25 de septiembre de 2007

Girl Power




Ellos se levantan temprano, demasiado temprano para ser sábado. Se visten, se suben al auto y salen de París con rumbo hacia al norte. La madre de ella llega desde el otro lado del Atlántico al aeropuerto Charles de Gaulle y van a recogerla, como se debe. Aprovechando el trayecto, deciden hacer una parada en IKEA para renovar la funda del sillón-cama Exarby.

Ella sabe que no puede dejar pasar esta preciada oportunidad del viaje anual a la megatienda sueca. Con la excusa de comprar otra funda para que mamita esté mejor, ella pretende en realidad adquirir una mesa para el comedor. No es que no haya ya una, pero es menester reemplazarla : la que tienen es antigua, con una plancha redonda de aglomerado encima que se esconde bajo el mantel. Cuando comen se mueve constantemente. La inestabilidad de la mesa a él no le molesta, ni siquiera cuando hace ruido. Para ella es insoportable.

Una vez en IKEA – luego de que ella se meta un manojo de lápices gratis en su bolso- se dirigen hacia un vendedor que les informa que no, que la funda Exarby no se fabrica más. Que siguen vendiendo el sillón Exarby pero sin funda. Y que no, que ni la funda del Beddinge ni la del Murbo sirven para el Exarby.

Ella se desilusiona. El se enoja y propone la retirada inmediata. A él no le gusta ni IKEA ni el programa de ir a comprar. A ella le encanta.

A : No querés que aprovechemos y veamos mesas ?
J : Mesas para qué ?
A : Para el salón, para comer.
J : No, no vamos a cambiar la mesa del comedor.

A ella le suena a respuesta de dictador. Y tiene ganas de gritar que sí, que la van a cambiar porque no puede más, que se atraganta en cada comida a causa del movimiento de las patas y que los chirridos la sacan de quicio.
Pero no dice nada.

Cuando pasan por el sector de los dormitorios, él se detiene a ver las mesas de luz. Hace más de tres años que por mesa de luz tienen dos cajas de cartón. Dos cajas de cartón estampadas en azul y verde, también de IKEA. El elige una, de madera oscura con dos cajones. A ella no le convence tanto el color, y le sugiere la misma en un tono más claro. El dice que está bien y se dispone a buscar a un vendedor para comprarla. Ella se da cuenta que tiene entre las manos una valiosa arma de coerción. El desea una mesa de luz nueva. Milagro: él se decide a consumir. No es que ella no quiera una verdadera mesa de luz. Claro que sí, ella está harta de las cajas de cartón. Pero su prioridad no es esa. Su objetivo del día era la mesa del comedor.

A : No.
J : No, qué ?
A: No, no vamos a comprar la mesa de luz…A menos que…
J : A menos que qué ?
A : Compramos la mesa de luz solo si me dejás comprar también la del comedor.

Por unos segundos ella piensa que llegarán a un pacto. El win-win approach no puede fallar. Vos obtenés lo tuyo, yo lo mío, y todos contentos.

El tire y afloje continua solo con las miradas. Pero no. No hay tregua. Imposible negociar. Caracúlicos los dos, cada uno parte por su lado. El se compra una fuente de acero para cocinar su tarta de ruibarbo, ella dos tazas de té y un cepillo de ducha para la espalda.

viernes, 21 de septiembre de 2007

Las cosas por su nombre



Analizando una vez más el por qué de mi alienación social dentro de l' agence, llegué a la conclusión de que no conozco los nombres de mis colegas del segundo piso (ni hablar del resto) y que dicha falta de información me juega en contra a la hora de interactuar. Mea culpa.

De esto me di cuenta la semana pasada, cuando un pasante (uno de los pocos que sí me dirigía la palabra y me charlaba en el metro) al cual siempre llamé « Stephan », envió un email de despedida porque se terminaba su contrato. El mensaje estaba firmado con el nombre de « Alban ».

Merde ! Casi tres meses diciéndole « Stephan » y el pibe se llamaba « Alban » ! (By the way, Alban, te mataron con ese nombre). Inmediatamente empecé un trabajo de investigación y verificación de identidades. Sí, al lado lo tengo al alemán Stef, evidentemente L se llama como se llama, el verdadero nombre de Marta es Virginie, la que está al lado de L se llama…Karine ? La morocha del fondo dijo algo el otro día y alguien (cuyo nombre también desconozco) le dijo « Vanessa ». Uf ! Esto es muy difícil.

Tengo una la lista con los números de teléfono interno de cada empleado, pero no tengo la más puta idea de quién es quién.
Por ahora sobrevivo con sonrientes « bonjour », y eludo los nombres haciendo uso excesivo del « tu » o del « vous ».

Pero cuánto más puede durar esto hasta que alguna situación me ponga en evidencia públicamente ?

Llegué a la conclusión de que no sé cómo se llama la mayoría de esta gente por un simple motivo : en el fondo, no me interesa. Comienzo a pensar que mi hermano tenía razón (as always).


Me chupa un huevo quién sos, vos, la de anteojitos…Tan solo me servís al mediodía, cuando te cruzo en la cocina y me charlás algunos minutos durante el almuerzo. Sobre el clima, las rebajas, el mundial de rugby…bla, bla, bla. Tu función es hacer mi lunch más ameno. Y estoy segura que esto es recíproco.


Prefiero gastar mis energías en descubrir palabras nuevas que sí son importantes. Como la traducción de flequillo, por ejemplo. « Une frange ».

-Une frange, s’il vous plaît.

Eso fue lo que dije ayer al entrar en la peluquería. Y eso es lo que obtuve. Un look nuevo, fresco, modernoso. Aunque en esta agencia nadie lo note. O nadie piense hacer comentario alguno porque les importa tan poco como a mí sus nombres.

jueves, 20 de septiembre de 2007

Cap ou pas cap ?


Un poco motivada después de que J me contara que un amigo suyo adelgazó 2 kilos el domingo mientras participaba de un triatlón, el martes junté coraje y fui al gimnasio de la agencia.


Me puse unas calzas rayaditas (Dios mío hace cuánto que no me ponía calzas!) y una remera de Via-Vai (más vieja que Matusalém), y encaré el challenge al mediodía.


Me di cuenta de que soy capaz de hacer 40 abdominales, 15 minutos de bici fija y 600 metros de remo. Y también que puedo leer un capítulo de Harry Potter en el vestuario sin que nadie me moleste. Y de yapa, una pequeña siesta.


Y además como no tengo nada de laburo, salgo del fitness room y engancho con un buen almuerzo, lo cual me acorta bastante mi tiempo pelotudeando frente al ordenador y la jornada laboral (si a esto que hago se le puede llamar así) se me hace más llevadera.


Quién te dice, quizás hoy vuelva...

miércoles, 19 de septiembre de 2007

A la miércoles!

Se nota que es miércoles en París. La mayoría de los kinders y las escuelas primarias cierran todo el día (algunas solo por la tarde). Los centros de ocio infantiles abren sus puertas y los museos y jardines de la ciudad ofrecen actividades destinadas a los pequeños. Hay toda una movida detrás de este sistema. No solo se activan talleres y espectáculos varios que generan puestos de trabajo, se publican artículos y libros especialmente destinados a estos días, sino que también se origina un gran problema para los padres que trabajan...Qué haces con el nene el miércoles? Lo dejás solo en casa?






Una vez conocí a una importante business-woman que cobraba fortunas y que había logrado negociar con la empresa trabajar 4 días por semana y dedicarse los miércoles a ser ama de casa. Ese también era el caso de una antigua alumna mía que, amparada en el derecho de congé parental d’éducation (a través del cual uno puede interrumpir su actividad laboral sin perder su puesto de trabajo o bien reducir su timetable profesional), se tomaba los miércoles para cuidar a sus niñas.

Si no podés ocuparte de tus kids (o bien no tenés ganas), tenés muuuuucho dinero y muuuuuucha suerte para conseguir una, siempre podés recurrir a la niñera. Me acuerdo cuando daba clases de inglés en una sala pública de ateliers des mercredis en el boulevard Raspail. Tenía un grupito de niños muy paquetes que me decían “Madame” y que pagaban una desmesurada suma por cantar y jugar en otro idioma.
Era muy gracioso: durante dos horas y media, adentro del aula tenía 5 enfants rubios y vestidos con las mejores marcas; en el pasillo, una fila de nannies negras y gordas que esperaban sentadas con cara de póker a que terminara la lesson semanal.

Me intriga saber qué harán las madres de bajos recursos con sus chicos y cómo se manifestará el día miércoles por las calles de los barrios menos elegantes. Yo caí en que hoy era miércoles porque en el metro al laburo vi a una niña de unos 10 años junto al que supongo era su hermano menor, los dos con sweater Ralph Lauren colgadito al cuello y bolsa de palos de golf en mano.

Chic ou pas chic?

martes, 18 de septiembre de 2007

Trier

Mi marido es un santo. Es de los que viven en un estado zen casi permanente. Pero a veces se transforma -cual Dr. Banner en el Increíble Hulk- en dictador. « Dictator » le digo yo en esos momentos. Y lo pronuncio en inglés : « dikteitor ».

La cosa es que dictator dictaminó hace algunas semanas que en casa ibamos a empezar a reciclar. Ya separabamos, desde antes, las botellas de vidrio y los diarios que apilábamos en un rinconcito del living (que, dicho sea de paso, daba un look bastante homeless a nuestro salón). Para empeorar las cosas, desde que dictator dio su última orden, mi cocina (que como mucho tendrá 3 metros cuadrados) está así :




O peor que la foto. Ahora tenemos, non-stop, una bolsa colgada de una silla plegable que se encuentra al lado de la heladera. Y la bolsa contiene todo lo que no va en el tacho de basura (las botellas y los periódicos siguen en el rinconcito adjudicado, que queda justo al costadito). "Design pordiosero", se podría decir.

Al principio me costó bastante entender cómo separar. J me retó, diciéndome que era muy simple: todo lo que no se puede reciclar va al tacho.

Pe-pero el pote de yoghurt que todavía tiene un poquito, dónde va ? Y el algodón…es reciclable ? Dónde va el kleenex con mocos, señor ? Puedo tirar un trozo de tela con los plásticos ? Y este pedacito de cinta scotch que tiene un poco de papel…dónde lo pongo ?

Por suerte la municipalidad nos envió un panfleto informativo que ahora se encuentra entre un imán de mamushka y mi heladera.



Y yo crei que con esto iba a poder dejar de quemarle el cerebro a J…Pero no. La brochure me complicó la vida. Ahora paso años releyendo el maldito folleto con mi item-basura-en-potencia en la mano (no vaya a ser que meta la pata), y la verdad es que la mayoría de las veces no encuentro la respuesta.

Dónde van las bolsas de plástico vacías ? Y los CDs? Dónde pongo la bandeja de aluminio que contenía la tarta que me acabo de comer ? Dónde van los discos demaquillantes usados ? Y los hisopos ?

Mientras mis preguntas buscan –sin éxito aparente- alguien que las pueda responder, en mi cocina se acaba de inagurar otro espacio colector de porquerías : el de las dudas.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Crimen y Castigo

En mi afán por hacer que mis días sean más interesantes, por lo menos cuando salgo del laburo, el pasado jueves fui a la Unesco para asistir a la conferencia « Cómo hacer la educación más justa ? ».

El evento fue presidido, en francés muy mediocre, por el director general de dicha organización internacional, un japonés de avanzada edad a quien le tiembla la cabeza mientras habla, como si fuera uno de esos perritos que se ponen en los coches.

La primera en exponer fue una finlandesa, quien lo hizo a través de una presentación Power Point digna de cualquier alumno de colegio secundario (espasmos de nervios incluídos), y que decía « vindow » en vez de « window ».

Luego fue el turno de un ex-ministro de Mali, un negro vestido con túnica azul y gorro africano, quien fue presentado como « un grand ami » de la Unesco (frase que a mí me sonó un poco como a « mi mejor amigo es judío »), y quien expuso su punto de vista sobre la educación y la lengua materna, como si estuviera tomando un café con un colega…un genio !

El tercero fue un profe yanqui de Harvard, un caradura bárbaro que encontró la veta de oro. Su teoría es que las políticas contra la desigualdad de género perjudican y discriminan a los hombres en sus oportunidades educativas.

Por último intervino un economista francés, el más piola de todos, que defiende la idea de que la educación solo puede ser más justa si la sociedad también lo es.
Empezó describiendo el sistema educativo elitista que tiene Francia, donde por ejemplo los ingenieros se ayudan solo entre ellos y los egresados de las mejores escuelas se apadrinan mutuamente y de por vida, facilitando oportunidades laborales. Ilustró su punto con ejemplos del caso parisino, explicando cómo las escuelas públicas se transforman en ghettos según el barrio donde se encuentran. De hecho, uno manda a su hijo de acuerdo al barrio donde vive. De esta manera, los alumnos del 16eme son en su mayoría hijos de papá, y los de la banlieu son todos de clase baja e hijos de inmigrantes.
Lo más curioso fue cuando dijo que todo esto era culpa de la llegada del ascensor. Contó que antes, en los edificios convivían todas las clases sociales. En los primeros pisos vivían los ricos y en los últimos los más pobres, quienes pagaban menos (entre otras cosas) porque tenían que subir por la escalera muchos más escalones que los otros. Y los niños de todo el edificio iban a la misma escuela, interactuando así con gente de todo tipo. La influencia de la demografía urbana en la educación pública. Muy interesante.

El debate debería haber seguido con la participación del público, pero ya se había hecho muy tarde y nos obligaron a desalojar la sala. Caminé dos cuadras y saqué una bici de la estación Velib más cercana. Mientras pedaleaba pensaba en todo este tema y trataba de imaginar para qué lado se hubiera disparado la discusión si no nos hubieran cortado :

Que qué se entiende por sociedad, qué se entiende por sociedad más justa, que cómo se puede hablar de educación justa cuando hay quienes pueden acceder a los colegios privados y otros que no, que educación para qué, para quién, que cuándo termina la educación, que qué papel juega una sociedad en la educación de los niños, sociedad y educación para adultos, educación cívica, sociedad y ciudadanos, etcétera, etcétera…

Llego a casa, me ducho y me acuesto. J me besa y me dice :
-Te tengo que contar algo …
-Qué ?! Qué pasó ?
-Me pusieron una multa.

Dado que nosotros no tenemos automóvil alguno, pensé que mi marido estaba delirando. O borracho. Pero no, esta vez J estaba en pleno ejercicio de sus capacidades mentales. Lo que sucedió fue que –as always- pasó en rojo un semáforo con la bici. Y esta vez que lo agarraron. Noventa euros. PUF ! Así , de un saque. Y yo creo que debe haber inagurado las multas Velib.

“Un castigo justo para una sociedad más justa”, pienso. “Educación ciudadana…Castigo y educación….mmmm....Toda una polémica...”, y me duermo.

jueves, 13 de septiembre de 2007

/nƏʊ/


No puedo. Es más fuerte que yo. Me sale desde lo más profundo de mi ser.

Cuando veo a alguien mal vestido, tengo que decírselo en la cara. Aunque no lo conozca.

Mejor dicho, sobretodo si no lo conozco.

Y mi forma de comunicación es la más simple. Minimalista, se podría decir.

Por ejemplo, si veo a un joven en el metro -como ayer a la noche- con pantalones exageradamente baggy, sweater fucsia apretadito, pañuelo estampado en la cabeza y gorra yankee con la visera para el costado, me planto en frente y le digo "NO". Y acto seguido, me voy.

Gorda con musculosa amarilla ajustada y jeans a la cadera con tanga doradita al aire: NO!

Vestido strapless de algodón a rayas blancas y grises, de corte irregular, con botas de gamuza marrones taco bajo: NO!

No es que tenga delirios de pertenecer al escuadrón de la fashion police. Lo juro: es casi como un reflejo.

La mayoría de las veces -vaya a saber uno por qué-, me sale en inglés. Y como si viniera de una madre o de una directora.

Tajante. Directo. Claro. "No".

Y hubo casos en los cuales en vez de "no" dije "por qué?".

Esto lo hago muy frecuentemente en los pasillos del metro. O en la calle. Solo cuando estoy sola.

Hoy Fotoblog



NI MARIA, NI CHOCOLATE

Sábado 10 am. Demasiado pronto para desayunar en Amsterdam. La ciudad todavía duerme. Los únicos despiertos son los que siguieron de largo la noche anterior. Muy difícil encontrar algo abierto que no sea un Coffee Shop. No, deja. Gracias pero no: yo no puedo empezar el día fumando porquerías.


Después de muchas vueltas lo encontré. Petit-dejeuner en un bar cosy : como los que le gustan a mi madre.

MAÑANA PINTORESCA

El Mercado de las flores…


y el de los chupetines. Bienvenidos !



MOMENTO SAUDADE


No te imaginás LA cantidad de restos argentinos que hay! Ya sabés, si querés hacer dinerillos -como cocinero, camarero o mayordomo-, LA destinación es Holanda.

TARDE TRENDY


Silla design (2.670 euros) y cajonera loca (16.850 euros).



Me llevo dos de cada.

BREAKFAST II


Fui al Jardín Botánico a desayunar en el café del Hortus.

WHAT A CURIOUS THING INDEED!


Así se alimentan las mariposas.

CULTURAL AFTERNOON

Museo Van Gogh.


La Seine avec le pont de la Grande Jatte”. Sorry, gorda. Ahí trabajo yo.

ILOGICO



La ciudad del “todo está permitido”. O casi.

QUIEN? YO, SEÑOR?


Tren de vuelta. Entran los muchachos de la aduana y atacan a su primera presa: yo.
"Qué sustancias? Ah, no, de eso yo no tengo nada. No consumo. Sí, claro que puede revisar mi bolso. Eso de ahí? Sí, sí, lo puede abrir...Son...Son cosas fe-fe-femeninas... "

El momento Kodak que no tengo es el más bochornoso: el tipo de la aduana sacando y palpando todos mis tampones y Siempre Libres.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Carpe Diem

Estaba yo deambulando por las calles de Amsterdam, a la búsqueda de algún baño decente para descargar mi pequeña vejiga que, luego de tantas horas de caminata, ya estaba al borde de explotar.

-Excuse me, sir. I need to pee. Urgently. Do you know where I can go?
-There.






-But how am I supposed to do that? I’m a girl: I haven’t got a penis.
-Well, you should get one.

Viendo y considerando la emergencia de la situación, me dirigí al primer Sex Shop que encontré. Me ofrecieron esto.



Que el lila esta de moda esta temporada. Que es de los últimos modelos en salir. La línea Mr Big es la más « real », con venitas y todo.

Pero costaba un huevo. Así que no lo compré. Salí a la calle, en busca de algo fálico que pudiera sustituir un pene de goma…



Y saben qué ? Lo encontré enseguida.






Arranqué el pequeño poste de la vereda y comencé a buscar un urinal donde por fin mear.
Típico: cuando no los necesitas, están por todas partes; cuando tenés un apremio orgánico, escasean.
Y si hago en un riconcito? Atrás de un árbol ?
No, justo acá está prohibido.



Por fin encontré un urinoir, al abrigo de los transeúntes. Me bajé los pantalones, me puse mi pito nuevo (que, by the way, pesa mucho) y finalmente hice pis.

Les cuento, chicas, que es mucho más cómodo mear como hombre. Y para qué mentirles, el « trozo » ahí abajo te da como una sensación de poder que nunca antes había sentido. Y si quieren que les diga la verdad verdadera, creo que me lo voy a dejar puesto por unos días.

Y a probar cosas nuevas !












martes, 11 de septiembre de 2007

A Marcelo


Por medio de la presente me permito agradecer al señor Loffreda por la victoria de Los Pumas el pasado viernes en el Stade de France. Quiero expresar mi más sincera gratitud por haber hecho que los franchutes se coman su orgullo gabacho localmente. Y también por haber contribuido con mi guardarropas personal. Habiendo apostado el valor del abono de transporte Carte Orange con mi marido (53,50 euros), el sábado me di el consecuente gusto de desconchar en el mercado de pulgas de Amsterdam.


Un grand merci.
(Y mucha merde para hoy).

lunes, 10 de septiembre de 2007

The L breakfast

Yo, a la manaña, tomo un té. Con un jugo de naranja, máximo, si J se levanta con ganas de exprimir. Y como mucho-mucho, haciendo grandes esfuerzos, puedo llegar a comer una galletita. Pero el desayuno no es mi prioridad cuando me levanto. Me centro en mi ducha, la ropa (más posible planchado matutino), el make-up y el pelo. Y si me sobra tiempo, bebo mi té. Salgo a las apuradas y cuando llego a l’agence, una coca-cola.

Por eso me impactó bastante cuando L me contó el otro día en qué consiste su petit-dej diario. Una banana, una manzana, dos claras de huevo, tres cucharadas de avena, un yogur y una "pinta" (sic) de leche. Todo licuado. Confiesa, nostálgico, que le encantaría acompañarlo con panceta frita. Pero dice que en Francia no encuentra bacon decente como en su Inglaterra natal.

Todo bien, L. « No worries », como decís vos. Mientras no te vea con nauseas matinales. Porque no quiero imaginar lo que podría ser si, por algún motivo u otro (Dios no lo permita !), llegás a vomitar ese desayuno.

Keep yourself healthy, Rod!

viernes, 7 de septiembre de 2007

Natural Born Genius

La primera vez que me pasó fue hace años, mientras soñaba. Abrí los ojos y le dije a quien tenía al lado :

« Acabo de inventar algo ! Ya sé cómo hacer para que la sombrilla no se vuele con el viento en la playa! »

Acto seguido expliqué –y hasta creo que dibujé- una base cúbica de plástico hueca en su interior (ligera para trasladar) con un agujero y tapa para llenar con agua de mar o arena (generando peso), y un orificio para introducir el palo del parasol.



No sé qué me llevó a diseñar dormida semejante producto, ya que no suelo frecuentar la costa y las pocas veces que lo hago no transporto ningun elemento parecido a una sombrilla. Pero estaba hiperentusiasmada con ir a patentar la idea ese mismo día y hacer fortunas en el futuro cercano.
La ilusión me duró poco, ya que quien me escuchaba atentamente me confirmó que « mi invento » ya existía.

Me sucedió exactamente lo mismo con el auto volador (creo que todos tenemos la misma idea cuando estamos en un atasco) y con las ecuaciones (es muy difícil de explicar, pero sí, hace poco, en la ducha, se me ocurrió crear cifras numéricas que sean resultados de adivinanzas).

En estos días de pasividad profesional, harta de escuchar radios de merde online, me inspiré para concebir un sitio web que tenga listas de canciones –catalogadas por género o artista- para escuchar (ojo que no hablo de download ) lo que a uno realmente le apetezca.

A piacere.

Esta. No, mejor paso a otra. Play. Stop. Busco otro grupo más punchi-punchi.

Guess what ?

Ya existe.

jueves, 6 de septiembre de 2007

Mamá, quiero ser Alfred



Es increíble. Ves una pelotudez supina en la tele, y una semana más tarde todavía estás pensando en eso. Es que realmente me shockeó. Vimos un programa sobre los que estudian para ser mayordomos.

Ver para creer, la International Butler Academy forma a todo aquel que aspire a ser mayordomo. El alumno más joven que alguna vez se inscribió tenía 20 años, y el más viejo 69.

Queda en Holanda, las clases son en Inglés, y las asignaturas, de lo más variadas: desde Valeting Skills hasta Laundry Management. El programa también incluye Historia de la Vida de Mayordomo y algunas actividades prácticas. Para pasar el examen tenés que saber enfrentar distintas situaciones, como por ejemplo qué responder cuando atendes por teléfono a alguien que dice ser amigo del amo y que exige su numero de móvil. Otro ejercicio, planchar una camisa en tres minutos o armar una valija en cinco.

Me enteré también de que la palabra “butler”, cuya forma en Old English era “boteler”, viene del francés: “bouteillier” (o sea, el que lleva la botella).

Pero lo que más me asombró fue la rentabilidad de este peculiar oficio. El curso dura dos meses (6 días por semana, de 8 am a 8 pm) y cuesta en total 12.500 euros.

Si, ya sé, la primera reacción es “Qué?! Están locos! Esa plata para ser un sirviente?!” o “Pero si ese es el precio de un buen posgrado universitario!”.

El dato clave es el siguiente: un mayordomo gana –como mínimo- 10.000 euros al mes. Y máximo, un millón al año.

Para quienes estén interesados en eso de cambiar de vida y hacerse una pequeña fortuna, aunque sea trabajando de mucamita europea por un par de años, les aviso que el próximo curso empieza en enero.

Yo estuve tentada. Pero desistí de la idea después de auto-testearme con el Etiquette Quiz que tienen online. Se ve que no nací para esto porque no respondí bien ni a media pregunta.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

That '70s long coat



Salgo del ascensor y me lo encuentro a Francis. Gritos de alegría mutuos, abrazo y dos besos. Que cómo estoy. Que pasó sus cuatro semanas de vacaciones en la montaña. Que estuvo buenísimo. Que descansó mucho. Y que ahora vuelta al trabajo. Y con una gran sonrisa.

Me dice que pensó en mí hoy tempranito y que lo espere un minuto que tiene algo para darme. Entra a su oficina (sí, mi portero además de un mes de vacaciones tiene oficina), y sale con el periódico Metro en la mano. Abierto en la page 14. Página doble dedicada a mi país : « Art de vivre argentin à Buenos Aires ». Foto de una pareja bailando el tango, otra de Caminito, y por fin una del Diego.

« Es para vos » , me dice, « te lo podés quedar ».

Por qué motivo necesitaría yo, realmente, un artículo con la dirección del Milion (la cual conozco de memoria), la data sobre el Café Tortoni (al cual fui una sola vez en mi vida), o el teléfono de la confiteria Nucha (donde mi madre es cliente VIP)? No encuentro ni una razón. Pero Francis pensó que era un regalo digno, así que sonrío y agradezco.

Por fin, cuando casi casi lograba escaparme para rajar al laburo, me dice que estoy « ravissante » (algo así como que estoy espléndida) y señalando mi tapado (en teoría es verano pero esta mañana hacía un frío de cagarse) me dice que « c’est chic ».

Por un momento estuve tentada de contarle la historia.

Que hace muchos años yo tenía un novio bastante hijo de puta, que a su vez tenía una madre mucho más hija de puta, quien me hacía la vida imposible. Era muy poco femenina y todo lo contrario de ravissante (a decir verdad, sin vueltas, era fea-fea). Se pasaba todo el día en pantuflas -ya que no trabajaba-, fumando y mirando la tele. Y nunca me quiso como nuera. Su mayor pánico, siendo mi ex de religión judía, era que yo le diera un nieto goy. Y guerreó a muerte para que esto no sucediera.

Se podría decir que ganó. Porque –afortunadamente- mi relación con el susodicho no prosperó.

Pero yo supe hacerme con un souvenir : le robé un sobretodo de cuero verde, auténticamente setentoso, que era lo único decente que dicha señora poseía.

Mmmm, no. La palabra « señora » le queda grande. Me corrijo : que la madre de mi ex poseía.

Vuelvo a la realidad. Francis me mira. No tengo ni tiempo para el cuentito ni ganas para traducirlo. Le envío la historieta telepáticamente.

Francis se rie. Casualidad ? O le causó gracia la anécdota ?

« Allez, Francis…Me voy. Bonne journée ».

Me abrocho el sobretodo y encaro mi día feliz…

martes, 4 de septiembre de 2007

Dime qué guardas y te diré quién eres



J dice que mi escritorio de casa parece el de un serial killer. Explota de diccionarios, hay post-its en todos los idiomas, papeles por doquier, recortes de periódicos varios, chiquicientas fotos de Mila, stickers de Barbie y hasta una caja con diskettes.

Lo que J no sabe es que hay casos más graves.

El escritorio de la agencia tiene tres cajones. El primero está semi-vacío. Trato de dejarlo libre para esconder mi cartera cuando me ausento del open-space. Paranoia sudaca o lo quieran, pero no me voy a arriesgar a ser víctima de un robo en la oficina. Y por suerte tiene llave. Ahi tengo un desodorante roll-on sin alcohol, un audio-book en cd (Pygmalion de Bernard Shaw en inglés) que comenzaré a escuchar en mi próxima jornada-embole, unos auriculares y cubiertos de plástico. Una cuchara, un cuchillo y un tenedor.

El segundo cajón tiene papeles de quien ocupaba este puesto antes de mí, noodles chinos vencidos pertenecientes a esa misma persona, un oso de peluche azul que no es de mi propiedad y dos Siempre Libre (just in case). Ah, y tres latas de Coca que voy metiendo en la heladera del subsuelo a medida que voy consumiendo.

El tercer cajón…ay, Dios mío, el tercer cajón ! Da miedo. Ahí atesoro un plato cuadrado, un bol y una taza, todos blancos y de loza. Adquiridos en La Vaissellerie por muy pocos euros. Una caja de alfajores Havanna vacía en la que escondo mi carnet de tickets restaurant. Tres sobrecitos de sopa en polvo de tomate, siete saquitos de té, dos magdalenas, caramelos de miel sueltos, cuatro chupa-chups de diferentes sabores, una revista Elle del mes de agosto, incontables horquillas, dos pastillas de carbón (again, just in case), una crema para manos sustraída por mi husband de algún hotel, y un paquete de Kleenex. Ah, y numerosas bolsas de supermercado enrolladas en sí mismas y anudadas al medio. Todo me pertenece.

Es inevitable.

El tercer cajón no deja duda alguna.

Me estoy convirtiendo en mi abuela.

lunes, 3 de septiembre de 2007

Yo no cuento ovejas



Cuando no puedo dormirme, trato de abstaerme de la realidad. Tarea difícil si las hay. Para ello me pongo boca abajo, cierro los ojos y aflojo los brazos y las piernas. « No los siento, no los siento, no tengo brazos, no tengo piernas ». Luego focalizo en mi tronco; “no me pertenece, no me pertenece”…

Hasta sentir que “soy” solo mi cabeza.

Una vez que alcanzo este estado zen, trato de concentrarme para no pensar en nada. Frase contradictoria si las hay. Un oxímoron, podríamos decir ? Concentrarse-para-no-pensar-en-nada.

Como no conozco técnicas de relajación ni de yoga, el sistema me lo tuve que inventar solita.

Y para no pensar en nada, encauzo mi atención hacia una palabra neutra, una palabra que no me genera nada. Ninguna emoción, ninguna reflexión, ninguna asociación. Hueca. Una palabra a la cual le asesino su significado. Ahora carece por completo de valor. Solo me queda su significante, el cual repito mentalmente hasta penetrar en mis sueños.

Esa palabra es siempre la misma : BELGICA.

« Bélgica, Bélgica, Bélgica, Bél…zzzz ». Y me duermo

No sé por qué. No la elegí. Se me vino a la mente en una de mis tantas batallas contra el insomnio y como aquella vez sí me dormí, la hice mía para todas las noches. Y funciona.

O funcionaba, mejor dicho. Porque hoy a las 6 de la mañana me desperté y como no podía volver a dormirme, recurrí a mi mágica «Bélgica ». Pero en vez de ayudarme a calmarme, me puso dura. Como misiles, invadieron mi espacio asociativo dos imágenes acústicas que había escuchado en la tele esa tarde:

Wallons

Flamands

Me encanta cómo suenan : Wallons - Wallons ; Flamands – Flamands.

En francés, wallon es la palabra que designa a los belgas francófonos, y flamands son los belgas flamencos que hablan neerlandés.

Intento dormirme.

Bélgica, Bélgica, Bélgica…Wallons ! Flamands!

Noooo! Allez, otra vez…focus, Agusita :

Bélgica, Bélgica, Bélgica…Wallons ! Flamands!

Perdí. No hay vuelta atrás. Ya no soy capaz de abstraer el valor linguístico de mi palabra somnífera. Bélgica recupera su significado. Y no solo se transforma en un signo en sí mismo, sino que ahora Bélgica me hace pensar. Dispara mis dudas acerca de si los dos partidos llegarán a un acuerdo para seguir conviviendo políticamente, o si al final veremos la separación de este país en dos autonomías. Muerte al federalismo ! O peor, la fractura del reino y el nacimiento de dos nuevos estados. Se imaginan ? Bélgica, sede geográfica de la gran parte de las instituciones de la Unión Europea, tratando de unir todos los países en uno, un solo concepto, la UE…Esa misma Bélgica se parte en dos. Ja ! Una antinomia total.

Qué plato, che!

A las seis de la mañana.

Eso estaba pensando yo a las seis de la mañana.