J dice que mi escritorio de casa parece el de un serial killer. Explota de diccionarios, hay post-its en todos los idiomas, papeles por doquier, recortes de periódicos varios, chiquicientas fotos de Mila, stickers de Barbie y hasta una caja con diskettes.
Lo que J no sabe es que hay casos más graves.
El escritorio de la agencia tiene tres cajones. El primero está semi-vacío. Trato de dejarlo libre para esconder mi cartera cuando me ausento del open-space. Paranoia sudaca o lo quieran, pero no me voy a arriesgar a ser víctima de un robo en la oficina. Y por suerte tiene llave. Ahi tengo un desodorante roll-on sin alcohol, un audio-book en cd (Pygmalion de Bernard Shaw en inglés) que comenzaré a escuchar en mi próxima jornada-embole, unos auriculares y cubiertos de plástico. Una cuchara, un cuchillo y un tenedor.
El segundo cajón tiene papeles de quien ocupaba este puesto antes de mí, noodles chinos vencidos pertenecientes a esa misma persona, un oso de peluche azul que no es de mi propiedad y dos Siempre Libre (just in case). Ah, y tres latas de Coca que voy metiendo en la heladera del subsuelo a medida que voy consumiendo.
El tercer cajón…ay, Dios mío, el tercer cajón ! Da miedo. Ahí atesoro un plato cuadrado, un bol y una taza, todos blancos y de loza. Adquiridos en La Vaissellerie por muy pocos euros. Una caja de alfajores Havanna vacía en la que escondo mi carnet de tickets restaurant. Tres sobrecitos de sopa en polvo de tomate, siete saquitos de té, dos magdalenas, caramelos de miel sueltos, cuatro chupa-chups de diferentes sabores, una revista Elle del mes de agosto, incontables horquillas, dos pastillas de carbón (again, just in case), una crema para manos sustraída por mi husband de algún hotel, y un paquete de Kleenex. Ah, y numerosas bolsas de supermercado enrolladas en sí mismas y anudadas al medio. Todo me pertenece.
Es inevitable.
El tercer cajón no deja duda alguna.
Me estoy convirtiendo en mi abuela.
3 comentarios:
jajaja impecable como siempre... Lo peor es cuando decidas irte y tengas q hacer limpieza. Aunq siempre tenés la opción de meter todo en una caja ponerle la etiqueta de la empresa y a la baulera... Yo x ejemplo tengo todas las cajas de mis laburos etiquetadas y guardadas y nunca jamás las volví a abrir... (what4?! vaya uno a saber...)
No creo que tenga muchos problemas cuando me vaya porque el 90% del contenido es comestible.
Y la proxima vez que vaya a Biei, vamos a la baulera y abrimos tus cajas juntas.
Ah, y ademas, me llevas a saludar a Don V.
Besos,
Pochita Morfoni
te aseguro q visitar a Don V es mucho más entretenido... más ahora q dice q él va a formar tu club de fans para asegurarse la presidencia
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