lunes, 10 de septiembre de 2007

The L breakfast

Yo, a la manaña, tomo un té. Con un jugo de naranja, máximo, si J se levanta con ganas de exprimir. Y como mucho-mucho, haciendo grandes esfuerzos, puedo llegar a comer una galletita. Pero el desayuno no es mi prioridad cuando me levanto. Me centro en mi ducha, la ropa (más posible planchado matutino), el make-up y el pelo. Y si me sobra tiempo, bebo mi té. Salgo a las apuradas y cuando llego a l’agence, una coca-cola.

Por eso me impactó bastante cuando L me contó el otro día en qué consiste su petit-dej diario. Una banana, una manzana, dos claras de huevo, tres cucharadas de avena, un yogur y una "pinta" (sic) de leche. Todo licuado. Confiesa, nostálgico, que le encantaría acompañarlo con panceta frita. Pero dice que en Francia no encuentra bacon decente como en su Inglaterra natal.

Todo bien, L. « No worries », como decís vos. Mientras no te vea con nauseas matinales. Porque no quiero imaginar lo que podría ser si, por algún motivo u otro (Dios no lo permita !), llegás a vomitar ese desayuno.

Keep yourself healthy, Rod!

No hay comentarios.: