viernes, 11 de enero de 2008

A ticket to fame




A veces siento que Dios me observa. No sé si es él o si ese feeling de ser superior omnipresente es una suerte de paranoia Big Brother. Como que hubiese alguien que registra todo. To-do. Toda nuestra imbecilidad. No me digan que nunca pensaron en que estamos vigilados 24 horas al día? Cámaras en la cocina, en el baño, en el dormitorio, en el ascensor, en el auto, en la oficina…Todo queda grabado para el día del juicio final.

Ayer me pasé una hora y cuarenta minutos cantando y bailando frente al televisor, mientras miraba el concierto de Soda Stereo que Madre me mandó desde Argentina en dvd. Sola. A todo volumen. Haciendo mucho barullo. Desafinando a gritos. Mirándome en el espejo mientras hacía como que tocaba el bajo. Y no me puse en bolas porque ya me pareció demasiado.

Cuando llegó mi marido le dije –agitadísima- que quería fumar, beber alcohol y drogarme.

“Quiero ser una rock star, entendés?”, le grité, dando brincos de ansiedad por el salón.

No cabe duda alguna: estoy nominada.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

JAJAJA!!! dí que sí Agus!!!yo también bailo y canto en el salón aunque mi especialidad es la guitarra y la batería en alguna canción de los Pixies. Yo seguro que tb estoy nominada con tanta payasada...

Agusita dijo...

ya que estamos juntas en esto de la locura, te propongo que disenies una camisa de fuerza para la presentacion de la nueva cole, y yo te la desfilo (con musica de los Pixies, obviamente!)