martes, 29 de enero de 2008

Gangrena


Yo ya lo dije. O es que no quedo claro, señores? Yo no quiero tener un millón de amigos. No quiero ser una víctima de la epidemia Facebook. Ni tampoco me muero por abrir ese sarcófago donde yo tenía enterradas a todas esas personas de mi infancia y adolescencia con extrema intencionalidad. Porque vamos a ser sinceros: si nos perdimos de vista en algún momento de nuestras vidas, fue porque quisimos. O por lo menos porque yo así me lo propuse: vos no valías más la pena.

Alors...por qué me encuentro mandándome mensajitos con AK (quien tiene como foto de su perfil a su hija de 2 años), poniéndonos al tanto de nuestras vidas? Por qué diablos si no sé nada de él desde hace milenios, me interesaría enterarme que se está quedando pelado?

Por qué resucitan todas estas momias como si fueran mis amigos de siempre? No se equivoquen, señores! Mis amigos de siempre siguen siendo mis amigos, no los perdí de vista.

Por qué Lady Petardo se va a cenar con quien supo ser nuestro compañero de colegio el domingo, así, como si nada, enterrando viejos rencores y olvidando el paso de los años?

Por qué desearía yo tener en mi lista de contactos a esa putita con la cual me pelee a muerte a los catorce? No, nena: corto mano, corto fierro, que te vayas al infierno...Vos te quedás bien sepultada, ahí cerquita de Satanás.

Y por qué hay gente de l'agence que quiere ser mi friend online cuando no me dirigen ni la mirada? Pa'que? Y yo...cómo hago para rechazarte si después te voy a cruzar en el ascensor todos los días?

Que alguien me explique, por el amor de Dios, por qué no me borro de Facebook!

Definitivamente, yo no me entiendo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

las amistades del pasado nos hacen acordar a lindos momentos de nuestra infancia, adolescencia, q se yo... a mi me gusta, me hace bien, me retrotrae recuerdos felices, ok ya se lo q estás pensando pero así soy...

Agusita dijo...

si, asi sos.

ssssss dijo...

jajajajaja excelente nunca nada mas cierto, me cage de risa