Estoy en el metro y no puedo dejar de pensar en el sueño que tuve. No solo por el contenido –que detallaré en breve- sino por el hecho de recordarlo. Ultimamente mi memoria de goldfish me estaba jugando una mala pasada y además de bloquearme la realidad también me borraba mis fantasías nocturnas. Mi « vida paralela », como dice J, a quien le relato cada mañana mis aventuras en tierras de Morfeo. Porque yo soy de esas que siempre sueña con contenido. Para mí, dormir es un poco como ir al cine. Quizás por eso me guste tanto ir a la cama. Pero ya ven, parece que sufro de alzhaimer precoz galopante y por eso hoy estoy tan contenta con el souvenir de mi sueño de anoche.
Zeta Bosio venía a cantar al salón de actos del Lincoln. No tenía mucho público pero daba un espectáculo increíble. En algunas escenas tenía el pelo largo –como en los ochenta- y en otras estaba pelado –como en los noventa. Yo, obvio, estaba como loca, bailando descalza y haciendo pogo conmigo misma mientras el cantaba "Persiana Americana" con la voz de Cerati. Cuando terminaba salía corriendo porque esa noche tenía el primer concierto en River. Cuando se estaba subiendo al auto yo lo agarraba y le pedía si me podía llevar al estadio, que yo también iba para allá. Aceptó pero como estaba apurado no me dejó ir a buscar mis zapatos. En el camino yo le comentaba que “qué bueno estaba su auto, que parecía un bulo” y él me sonreía y me acariciaba el brazo. Recién cuando estábamos llegando le confesé que no tenía entrada y si podría pasar con él. Me dio un pico y me dijo que sí. Nos bajamos, me agarró de la mano y me dijo que lo siguiera al backstage. Atravesábamos un túnel oscuro y él me soltaba. Corrí y corrí hacia las luces que veía al final. Y cuando por fin salía, me encontraba en el medio del público, se prendían las luces del escenario de un golpe y aparecían los tres Soda Stereo, a full, que empezaban con « Te prefiero, fuera de foco, inalcanzable-e-e… »
Y ahí me desperté. Fuck ! La estaba pasando tan bien !
Zeta Bosio venía a cantar al salón de actos del Lincoln. No tenía mucho público pero daba un espectáculo increíble. En algunas escenas tenía el pelo largo –como en los ochenta- y en otras estaba pelado –como en los noventa. Yo, obvio, estaba como loca, bailando descalza y haciendo pogo conmigo misma mientras el cantaba "Persiana Americana" con la voz de Cerati. Cuando terminaba salía corriendo porque esa noche tenía el primer concierto en River. Cuando se estaba subiendo al auto yo lo agarraba y le pedía si me podía llevar al estadio, que yo también iba para allá. Aceptó pero como estaba apurado no me dejó ir a buscar mis zapatos. En el camino yo le comentaba que “qué bueno estaba su auto, que parecía un bulo” y él me sonreía y me acariciaba el brazo. Recién cuando estábamos llegando le confesé que no tenía entrada y si podría pasar con él. Me dio un pico y me dijo que sí. Nos bajamos, me agarró de la mano y me dijo que lo siguiera al backstage. Atravesábamos un túnel oscuro y él me soltaba. Corrí y corrí hacia las luces que veía al final. Y cuando por fin salía, me encontraba en el medio del público, se prendían las luces del escenario de un golpe y aparecían los tres Soda Stereo, a full, que empezaban con « Te prefiero, fuera de foco, inalcanzable-e-e… »
Y ahí me desperté. Fuck ! La estaba pasando tan bien !
Vuelta a la realidad.
Vuelta al metro. Línea 1. Hago fuerzas para tratar de rescatar todas las sensaciones oníricas que ya comienzan a evaporarse. Pienso en J, y en que no debería dejarme sola en París porque evidentemente me pongo muy horny y sueño con otros.
Vuelta al metro. Línea 1. Hago fuerzas para tratar de rescatar todas las sensaciones oníricas que ya comienzan a evaporarse. Pienso en J, y en que no debería dejarme sola en París porque evidentemente me pongo muy horny y sueño con otros.
Reanalizo toda la historieta y sospecho que quizás no tiene tanto que ver con el sexo. Que evidentemente hay algo de homesickness. Y comienzo a adivinar interpretaciones baratas y otras más dignas de serio psicoanálisis. Guau ! La mente es increíble : creo que fabrico festines para el diván.
Pienso en la vuelta del trío y en los recitales que van a dar en un par de meses. Y yo no voy a estar ahí. Igual que no estuve cuando nevó. Pienso en mi amiga que está en Buenos Aires al borde de dar a luz.
Pienso en la vuelta del trío y en los recitales que van a dar en un par de meses. Y yo no voy a estar ahí. Igual que no estuve cuando nevó. Pienso en mi amiga que está en Buenos Aires al borde de dar a luz.
El metro se detiene y una voz anuncia la estación « Argentine ». Todas las mañanas levanto la cabeza en ese momento, leo el cartel, pienso en mi país y maldigo : « No, yo ahí no me bajo, me quedan tres estaciones más ».
2 comentarios:
uf! me conocés bien, entre q hoy no es el mejor día y el recital, y la nieve y jess a punto de dejar de ser dos y esa estación de subte... parezco un lamento hoy. voy x las kleenex (carilina es la competencia!) nos vemos en el msn.
Última estrofa de "Arrabal", de J.L.B.:
"Esta ciudad que yo creí mi pasado
es mi porvenir, mi presente;
los años que he vivido en Europa son ilusorios,
yo estaba siempre (y estaré) en Buenos Aires."
¡Vamos, Agusita!
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