jueves, 11 de octubre de 2007

Adaptation


Las cosas que nos parecen evidentes, a veces no lo son tanto. Digamos que lo que uno da por sentado en su país, puede no serlo tanto en el extranjero. Más aun si hablamos de Francia y de sus baños.

Ahora ya me acostumbré, pero al principio fue bastante difícil adaptarme a la idea de que mi casa –como la mayoría de los hogares franceses- tenía el inodoro separado del resto del baño. Apenas entrás, la puerta de la derecha, le toilette. Atravesando el pasillo (mucha jeta para decir que esos dos metros son un pasillo), hacia la izquierda, la salle de bains. Pero atención: el toilette suele ser un cuartucho mínimo con el trono WC y solo el trono WC. No tiene lavabo (casi nunca) y tampoco suele tener un gancho para colgar el papel higiénico. En mi casa, el rollo está apoyado sobre una cajonera.
Y otra singularidad que noté en los departamentos de conocidos (e incluso en mi laburo), es que jamás de los jamases hay un tacho. Ni siquiera uno pequeño. Yo no sé qué hacen las francesas cuando se sacan un tampax (se lo comen?), pero para mí es muy estresante lidiar con esta situación ya que cada vez que me viene tengo que hacer triquiñuelas muy poco higiénicas para que estas cosillas femeninas terminen en la basura.

Prosigamos. Entonces, hacés tus necesidades, te limpiás, salís y te dirigís al otro baño a lavarte las manos. Cerrás la canilla, te mirás en el espejo, y te secás las manos con...ajá! No. No hay toalla para las manos. Después me van a decir que exagero, pero juro que en general, cada vez que voy a lo de alguien, termino secándome con una puntita de la robe de chambre de toalla que encuentro colgada atrás de la puerta, pidiéndole al cielo que el dueño de casa no se haya limpiado el ano justo con esa parte.

Aun más curioso, en estas salles de bains ni siquiera hay –arquitectónicamente hablando- un soporte o argolla destinado a la toalla para las manos. En casa luché durante años con sopapas que se resbalaban del azulejo hasta que encontré un “coso” design que se adhiere perfectamente sin dejar marca y que aguanta sin problemas el peso de la toallita en cuestión.



Debo confesar, sin embargo, que en lo de mis suegros existe un toilette con pileta para manos, toalla y gancho para el papel. Unico. Lástima que le falte la poubelle.

Lo que seguro no vas a encontrar en Francia (ni en el toilette ni en la sala de baño) es el bidet. Pero cómo? Sí es una palabra francesa! No era que el bidé (como solemos decir en español) viene de ahí? Sí, sí, viene de acá, finales del siglo XVII. Pero vaya a saber uno por qué (no va a faltar quien diga que es porque los gabachos son roñosos), desapareció del mapa galo.

Así que ya saben, si vienen a Francia no den por obvio lo que no es, porque éste suele ser el mundo del revés. Allí donde fueres, haz lo que vieres. Y a cagar, sin chistar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ja,Ja

A mi tambien me parece todo re-raro cuando estoy allí. Esto de la higiene es muy cultural. Mira si no como hacen en Japón:

http://es.wikipedia.org/wiki/Inodoros_en_Jap%C3%B3n

Agusita dijo...

para! no sabes la cantidad de placa turca que hay en paris en los lugares publicos! un asco y una verguenza! estas en un bar y decis, "banca que voy al nioba" y llegas y hay un agujero en el suelo!
muy bueno lo de lo japoneses Igual el modernoso con el chorrito me da impresion

Anónimo dijo...

No! yo esto no lo puedo creer, ni esto ni lo de la placa turca, ustedes vieron el cartel: "por favor agáchese un poco más cerca" buenísimo!