lunes, 4 de febrero de 2008

Oops

Un lunes que comienza con un viaje de cuarenta minutos en autobús a las 8 de la mañana, sentada al lado de una señora que decidió desayunar en su trayecto matutino un bocadillo de salame apestoso, no puede continuar bien.
Evidentemente.
En tu último día de reemplazo de la polaca, mandaste un mensajero en moto a una imprenta que queda a 180 kilómetros de la agencia. No, no te equivocaste de dirección. Lo que pasa es que no había que mandar a nadie: ellos lo venían a buscar.
“Pero y yo cómo iba a adivinar que La Loupe queda en el culis mundis y que eran ellos los que lo recogían, si nadie me avisa?”
La recepcionista de l'agence te pone cara de infarto y te dice que esto va a salir una fortuna: 60 bonos.
“Merde! 60 euros por una mensajería en moto?”
No, darling. Sesenta bonos: cada bono sale cuatro euros con cincuenta...Hacé el cálculo.
Cara de poker y retirada silenciosa.
Una semana que comienza así, sólo puede empeorar. Tengo miedo...

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Pobre el mensajero motorista! Seguro pilló una pulmonía.